Y llegado a un punto de tu existencia, te das cuenta que, tu vida es una consecución de hechos. De historias, de errores. De recuerdos y de momentos. Ordenados y desordenados, en una jerarquía perdida en tu memoria. Hay vida, hay recuerdos, esfuerzo. Sí, también sentimientos. Eso desconocido que nos provoca miles de sensaciones en nuestro cuerpo. DECISIONES. Te das cuenta que el azar se ríe en tus narices, y te pone obstáculos. Nos caemos para aprender a levantarnos. Todos caemos, y todos intentamos levantarnos. Pero no todos sabemos levantarnos con la misma madurez. Los hechos condicionan a veces las palabras. Y luego tienes un vacío en el estómago. Sensación de frío, sensación de nada. Nada. Lloras perdida en un mar de tempestad. Te abrazas desconsolada encima de tu cama echa un ovillo. Y te pones esa canción que te alegra. Te das cuenta de que estás así por el amor. Amor, palabra que no sabes si trae desagracias o alegrías. Intentas reírte sin conseguirlo, porque tu amor no es correspondido y si lo es, a medias. Te levantas. Te miras. Y aún así YO sonrío. MENTIRA. Hay una pregunta. Hay un minuto de espera. Hay tensión. Hay nervios. Tu cerebro consumido por el whisky de la melancolía empieza a trabajar. Y por fin … Recuerdos. Recuerdos felices, con ellos. Contigo. Conmigo. No piensas en los porqués. Momentos únicos. Momentos especiales. Momentos que nunca se volverán a repetir. Cada palabra, cada echo está aquí, en mi memoria. Y en ese momento, te das cuenta de lo importante que son las palabras, y de lo que mucho que pueden llegar a pesar toda una vida. Debes de ser consciente para saber tu papel de esta vida. Todos tenemos un sitio. En tu vida, en la mía o en la suya. Ser conciente de que la vida no espera. Ser consciente que todo se esfuma. Te despides de esa sensación de nervios, de angustia y de tristeza. Te miras y te re-miras en el espejo. ¡Estúpida!. Sonríes. Dejas pasar el tren de la adolescencia y de ser MAYOR. Sólo quiero estar contigo. En tu vida. Me acaricias. Me besas. Me mimas. Piel de gallina. Sensación de amor. Sensación de volar. Estás bien. Te haces la valiente. Vuelves a mirarte al espejo. Fue un dejà vu vivido. No buscaré porqués por qué no había. Hay miedo. No quiero perderte. Hay preguntas pero no respuestas. Nuevas sensaciones. Nuevas obsesiones. Preguntas que asimilan respuestas. Falsas, pero respuestas. Y hay HECHOS que te marcarán para toda la vida.
Aurora Carreño.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Oscar Wilde.(1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.